March 28, 2024

¡Contactemos al Señor siempre que tengamos un momento libre! (De la conferencia de jóvenes en Polonia)

Queridos santos: En el invierno pasado, los jóvenes tuvimos una conferencia en Lipowiec, Polonia. Allí entramos en el tema de El mismo principio del libro de Génesis. Gn 1:1 dice: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra”. ¿Quién estaba en el principio? ¡Dios! En el principio de todo estaba Dios. La pregunta es: ¿Quién es el primero en cada uno de los asuntos en nuestra vida? ¿Dios o nosotros mismos? “Señor, sé el principio de todo en mi vida

Si comemos a Dios seremos uno con Él, si comemos el mundo seremos el mundo (el polvo). La serpiente (Satanás – Ap 12) come el polvo (el mundo). Si recibimos el mundo todo el tiempo, finalmente seremos comidos por Satanás. Pero ¡si continuamos siendo llenos de Cristo, llegaremos a ser piedras vivas para el edificio de Dios, contra lo cual Satanás “se romperá los dientes”!

Santos, en nuestro interior hay Alguien que nos habla todo el tiempo y nos dice qué hacer y qué no hacer – ¡necesitamos obedecerle! De otro modo, perderemos el rumbo y nos perderemos. ¿Cómo podemos estar seguros de que estamos en el camino y escuchamos al Señor Jesús en nosotros? Pues he disfrutado estas sencillas formas de hacerlo:

  • Necesitamos pasar tiempo cada mañana para tener un avivamiento;
  • Necesitamos, además, pasar al menos 7 minutos con el Señor;
  • Necesitamos leer la Biblia;
  • Necesitamos reunirnos con los santos.

¡Que contactemos al Señor siempre que tengamos un momento libre! Y entonces seremos ¡esos locos que aman a Jesús! [Testimonio de la reciente conferencia para jóvenes en Lipowiec, Polonia. Hermana Agata O.] [read this testimony in English also via, contact the Lord whenever you have a spare moment! (sharing from the yp conference in Poland)]

¡Señor, queremos mirarte cada día, darte la preeminencia y ser llenos de Ti! ¡Cada día queremos pasar tiempo contemplándote y conociéndote directamente! ¡Señor, haznos las piedras vivas preciosas para la Nueva Jerusalén!