April 26, 2024

Si sabemos que el Señor es el Único que puede llenarnos ¿por qué buscamos otras cosas para que nos llenen?

Esta es la excelente pregunta que nos hicieron la noche anterior en la reunión de hogar: ¿Por qué procuramos otras tantas cosas cuando sabemos perfectamente por la Biblia que sólo Dios nos puede satisfacer? ¿Por qué todavía corremos tras otras cosas e intentamos hallar satisfacción en ellas, en el mundo, los deportes, la tele, internet, entretenimientos, juegos, películas, etc, cuando hemos probado que el Señor es bueno y sólo Él satisface? Todos somos así, siendo creyentes, aunque disfrutamos al Señor, lo amamos y conocemos que Él es el Único que puede llenarnos y satisfacernos, aún tenemos otras cosas en las que tratamos de encontrar deleite. ¿Por qué? Yo creo que esta pregunta nos lleva a otras dos, que tanto creyentes como incrédulos se han hecho y le han hecho a otros:

¿Por qué colocó Dios DOS árboles en el jardín de Edén? ¿Por qué no puso solamente el árbol de la vida y le dijo al hombre que comiera de él?

Todo se trata de estas dos fuentes. Dios como la fuente de la vida y Satanás (el adversario de Dios, Su enemigo) como la fuente de la muerte. Dios como el árbol de la vida viene a nosotros de una manera sencilla y abierta para darnos VIDA. Si comemos de este árbol, recibiremos la vida divina. Esto significa que Dios quiere ser nuestra vida. Él quiere venir a nuestro interior como vida y ser nuestra vida. ¡Cuando comemos el árbol de la vida, recibimos vida y vivimos! Ahora, el otro árbol no es tan sencillo. No se llama “el árbol de la muerte”, sino “el árbol del conocimiento del bien y del mal”. Satanás no se nos presenta como MUERTE, sino como EL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL. Sin embargo (y esto es de vital importancia), en cuanto comemos de ese árbol, morimos. Morimos interiormente; morimos al modo en que éramos antes de comerlo y somos separados de Dios. Hasta morimos físicamente al final y permanecemos separados de Dios para siempre.

Si Dios sabía todo esto ¿por qué nos dio alternativa? Si hubiéramos sido nosotros, hubiéramos colocado sólo UNA opción frente al hombre, pero Dios, en Su grandeza, dio alternativa. Él desea que el hombre lo escoja voluntariamente y lo tome como vida en su interior. Es una decisión difícil y más cuando el árbol del conocimiento del bien y del mal es “agradable a la vista y bueno para comer”. ¡Esta situación (el hombre frente a los dos árboles) es la que enfrentamos nosotros siempre! Todos los días tenemos que escoger entre el Señor como vida (que sólo quiere que pasemos tiempo con Él, invoquemos Su nombre, lo inhalemos, tengamos comunión con Él, leamos Su Palabra asiduamente, nos reunamos con los santos…) y Satanás como la muerte (que viene preguntando con malignidad: “¿De verdad Dios dijo que no hicieras esto? Tantas personas lo hacen y nada malo les pasa; al contrario, se ven más felices…“) ¡Oh, Señor Jesús! Tenemos libre albedrío y podemos escoger a Dios como vida o elegir al conocimiento del bien y del mal (que termina en muerte). El Señor está aquí, dándose a nosotros como vida y Satanás, con muchas otras cosas complicadas y que nos complican, listo para amortecernos, es decir, impartir muerte a nosotros.

La decisión es nuestra: Que el Señor fortalezca nuestro hombre interior para elegirlo a Él, incluso pegarnos a Él como nuestra fuente de vida. ¡Queremos vida! ¡Queremos más de la vida divina! Incluso si esto significa que “nos derramemos sobre Él” que derramemos nuestros años de adolescencia, de juventud, sobre el Señor o que evitemos hacer muchas cosas exteriormente para lograr algo humanamente. ¡Entreguémonos al Señor para amarlo, disfrutarlo e incluso derramarnos sobre Él! Él es lo más preciado y es digno de nuestra ofrenda. Crecerá en nosotros y nos recompensará con más de Su vida divina. [read this portion in English also via, If we know that the Lord is the only One who can fill us, why do we look for other things to fill us?]

¡Señor, fortalece nuestro hombre interior todos los días! ¡Que nuestro hombre interior sea lo más fuerte de nuestro ser! ¡Fortalécenos para elegirte! ¡Señor, queremos vida! ¡Queremos más de la vida divina! ¡Sálvanos de elegir el conocimiento o cualquier otra cosa! ¡Gracias por venir a nosotros como el árbol de la vida! ¡Eres tan disponible y tan vivificante! ¡Imparte vida en nuestras mentes, Señor, para pensar de la manera en que Tú piensas! ¡Fortalece nuestra voluntad para elegirte hoy!