He disfrutado mucho que necesitamos disfrutar a Cristo en el principio de la restauración de vida como una vara del tronco de Isaí y como un vástago retoñado de sus raíces. Especialmente viendo que Cristo es el vástago que ha retoñado y la vara, para que disfrutemos a Cristo y crezcamos en Él.
Hebreos 6:5 dice: Gustaron de la Buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero.
Aquí se nos habla del “siglo venidero” que es la era próxima del reino. Este versículo también nos habla de gustar la buena Palabra de Dios. Esta es la palabra de los comienzos de Cristo cuando creímos inicialmente en el Señor Jesús (Heb 6:1). Desde este comienzo tenemos que ser traídos a la madurez al disfrutar la palabra más profunda, la palabra de justicia, que no se refiere principalmente a la redención de Dios, sino a la manera de llevar a cabo Su economía.
El principio aquí es permanecer en el disfrute al seguir al Señor, el cual un anticipo del poder divino del reino venidero. Este poder divino restaura, renueva y da nueva vida a las cosas que han envejecido. Mientras disfrutamos al Señor día a día de una manera fresca y nueva, esta vida divina con su poder ¡nos renueva y restaura interiormente!
Tito 3:5 dice: No por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia mediante el lavamiento de la regeneración y la renovación del Espíritu Santo.
Mateo 19:28 dice: Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la restauración, cuando el Hijo del hombre se siente en el trono de Su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
En Mateo 19:28 (citado arriba) la palabra restauración tiene el mismo significado que regeneración. En la versión Reina-Valera 1960 (así también en la versión inglesa King James) dice: “en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de Su gloria…” Regeneración o restauración que existe un cambio desde un estado a otro diferente. El lavamiento de la regeneración en Tito 3:5 comienza con nuestro nuevo nacimiento y continúa con la renovación del Espíritu Santo como el procedimiento de la nueva creación de Dios. Este es un proceso que reacondiciona, reconstruye y remodela nuestro ser tripartito completo. ¿Con qué hace Dios esto? Pues con/mediante Su vida divina. El lavamiento de la regeneración elimina todos los elementos de la vieja naturaleza de nuestro viejo hombre y la renovación del Espíritu Santo nos imparte algo nuevo dentro de nuestro ser. ¿Exactamente qué? La esencia divina del Nuevo Hombre. Esto es un cambio desde la vieja creación hasta llegar a ser una nueva creación.
Así que disfrutar a Cristo como la vara del tronco de Elí significa disfrutarlo en el poder restaurador de la vida, en frescura, y disfrutarlo como el vástago que retoña de las raíces de Eli es disfrutarlo como el poder profundo de vida que está escondido, con el poder para crecer y llevar frutos. Al disfrutar a este Cristo en la vida de iglesia, Él crecerá en nosotros y se propagará a través de nosotros y nos traerá a un nuevo avivamiento, para que vivamos en la realidad de la economía de Dios. ¡Señor, que sigamos disfrutándote, para que puedas crecer en nosotros y propagarte a través de nosotros! [Palabra compartida por el hermano Moh de Isaías 11 y los mensajes del Estudio-vida de Isaías basados en este capítulo] – read this portion in English via by enjoying Christ we live in the Principle of the Restoration of Life for a New Revival(Isaiah 11).
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