Conferencia en Malaga, Espana, 2010 – Testimonios de jóvenes (II)

En Lucas 1:53 dice: A los hambrientos colmó de bienes, y a los ricos despidió vacíos. Al leer y disfrutar este versículo podemos preguntarnos: ¿Con qué saciamos nuestro apetito? ¿Qué es lo que estamos comiendo? El Señor desea que le comamos. Él quiere que nosotros estemos hambrientos por Su recobro, por Su plan. Él es un Dios de propósito y está llevando a cabo algo aquí en la tierra, por lo tanto Él necesita personas que le amen, y que satisfagan el deseo de Su corazón. Si nosotros no nos preocupamos y amamos lo que nuestro Dios está haciendo hoy en día, ¿cómo va a lograr Él Su propósito? Por eso es que podemos declarar: ¡Señor, queremos comerte! ¡Señor, danos más hambre de Ti, muéstranos lo que hay en Tu corazón! ¡Señor, somos para Tu recobro! Necesitamos una visión fresca cada día de lo que el Señor está recobrando, una visión que nos controle, que rija nuestro vivir. Necesitamos cada día ser colmados de bienes, y esto significa que cada día podemos ser llenos de Dios mismo. Nuestro Dios es un Dios de propósito ¡Aleluya! Él tiene una administración doméstica, que Él está llevando a cabo aquí en la tierra. Satanás, el enemigo de Dios y nuestro enemigo, sabe que le queda poco tiempo, por eso intenta frustrar el plan de Dios de tres maneras:

1. Introduciendo sustitos de Cristo.
2. Operando con la intención de dividir el Cuerpo de Cristo.
3. Anulando la función de todos los miembros del Cuerpo de Cristo mediante el sistema clerical: las obras y la enseñanza de los nicolaítas.

Pero ¡Alabado sea el Señor porque nunca se dará por vencido! ¡Jamás! Por eso Pablo nos dice en 1 Timoteo 1:4:

No presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.

¡Señor Jesús, llénanos, haznos aquellos que están desesperados por Tu plan! ¡Muéstrate más a nosotros cada día! ¡Sigue revelándonos Tu plan! ¡Somos para Ti! (Hermano Eliecer, Huelva)

Ciertamente disfruté mucho la conferencia, el tiempo con los jóvenes, con todos los santos fue muy bueno. Ya necesitaba ese tiempo, en el que se habló sobre la necesidad de una visión fresca del recobro del Señor. ¡Esto es algo tan importante! Muchas veces, aún los jóvenes ya tenemos una visión anticuada del recobro del Señor, pero ¡necesitamos esta visión fresca! Me tocó mucho que la intención de Dios en Su economía es que ¡Cristo mismo se forje en nuestro ser como nuestra vida y nuestro todo, a fin de que lleguemos a ser Su expresión! El Señor no quiere ser una parte de nosotros, sino quiere que Cristo sea el TODO en nosotros, que el ”yo” no tenga lugar en nosotros. Disfruté mucho el llevar una vida donde el Señor sea nuestro único centro, el centro de todas las cosas, que todo esté bajo Él. Para los jóvenes, a veces nos es muy difícil llevar todo esto a cabo, pero sólo el Señor puede trabajar en nosotros, y le doy gracias al Señor que estamos donde estamos, y que siempre nos podemos tornar a Él, pidiéndole perdón por tener otros centros en nuestras vidas, pero Él es el único centro que queremos y anhelamos para nosotros.

¡Que Cristo sea el todo y en todos nosotros!  ¡Oh Señor Jesús! ¡Te amo Señor! ¡Gracias por cada día que Tú nos das! ¡Señor, queremos volvernos a ti, disfrutarte, y entrar en tu gozo! ¡Señor, perdónanos, cúbrenos con Tu sangre preciosa! ¡Queremos amarte más! ¡Que Tú seas el todo en nosotros! ¡Te necesitamos y Te amamos! Amén (Hermana Lidia, Córdoba)