Hoy tenemos un anticipo de lo que Dios quiere lograr completamente en la próxima era: la restauración de la vida, la restauración de todas las cosas hacia El mismo, y la restauración de Israel hacia Dios. ¡A través de la restauración de Israel, Cristo llegará a ser el pendón o insignia para los pueblos y un estandarte o patrón para las naciones! Cuando las personas ven lo que Dios hace en la iglesia y con Su pueblo, es necesario darles una “explicación”. Es que Cristo ha venido a ser el estandarte o pancarta, que está lleno de explicaciones, descripciones e instrucciones. Aún entre nosotros en la vida de iglesia, Cristo llega finalmente a ser nuestro gran pendón, en la medida que Él crece en nosotros. Cristo en Su madurez y pleno crecimiento en nosotros viene a ser un “Pendón” que describe, indica y explica Su obra maravillosa en la iglesia. Él, como el pendón instruirá a Su pueblo con respecto al avivamiento y la restauración de la iglesia. Así es como la iglesia se constituye en columna y fundamento de la verdad: disfrutamos, crecemos en Él, y Él crece y se desarrolla en nosotros. El resultado es que Él es magnificado y expresado en nosotros en plenitud. Lo que otros ven es el Cristo como la explicación y la definición, con instrucciones acerca de lo que Él para nosotros, lo que desea y lo que está haciendo en nosotros y entre nosotros. El comenzó siendo el vástago, un vástago pequeño y tierno de las raíces de Elí, para crecer y desarrollarse hasta convertirse en una definición y una explicación plenas. Cuando tenemos a Cristo como el vástago creciendo entre nosotros, éste llega a ser un pendón para describir visiblemente, para indicar e inclusive dar algunas instrucciones sobre lo que Cristo es para la iglesia. ¡Señor, crece más en nosotros!
Al mismo tiempo que Él crece en nosotros como el pendón, Cristo como la vara del tronco de Isaí llega a ser el modelo, el patrón a seguir para todas las naciones. En Isaías 11:10-12 vemos que:
10. Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
11. Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.
12. Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
¡Aleluya! Cristo se convierte en el estandarte para todas las naciones, atrayendo a todas las personas hacia Él. Este estandarte es para reunir a todos, de todas partes, en el sitio en el que el estandarte se encuentra. Cristo crece y se expande en nosotros hasta tener el poder de convocar a todos completamente. Ese día, atraerá todas las personas hacia Él mismo (Juan 13:32). Él es la rama de las raíces de Isaí con el poder para tener frutos y crecer. Se incrementará, crecerá y llegará a ser un estandarte visible parta todas las naciones. ¡Vendrá el día en que todos los pueblos de la tierra vendrán a buscar a Cristo y estarán felices de ser pueblo Suyo! Nosotros esperamos ese día y abreviamos el tiempo de su llegada. ¿Cómo? Pues disfrutando al Señor, creciendo en Su vida diariamente y siendo edificados mutuamente, con todos los santos, en el Cuerpo. ¡Señor, sé el gran imán atrayendo a todos a Ti mismo! [Inspirado en el Estudio-vida de Isaías, tal como está citado en el Estudio de cristalización de Isaías (1), semana 7]
5 thoughts on “Cristo como el vástago llega a ser el pendón (bandera, insignia) y como la vara llega a ser el estándar para todas las naciones”
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