Durante la pasada conferencia de jóvenes universitarios en Bower House Londres, realmente disfruté que el edificio de Dios es el deseo que hay en el Corazón de Dios y la meta de la salvación de Dios. Dios desea construir Su edificio. Para poder edificarlo El necesita nuestra cooperación. Tenemos que llevar a cabo una trayectoria a lo largo de nuestra vida para poder ser la morada de Dios. El mundo entero está en contra del edificio de Dios, pero también el edificio de Dios está en oposición con el mundo. Tenemos que darnos cuenta que el Señor necesita nuestra cooperación para construir Su edificio, si el pueblo de Dios tiene la voluntad y coopera para ser rescatado de este mundo maligno, Dios podrá trabajar en nosotros para hacer Su morada en nosotros. Este es el camino que debemos de tomar en nuestra vida cristiana, un camino que comenzó en Éxodo y termina con el edificio de Dios en Apocalipsis, esta es nuestra carrera cristiana, vamos a tener muchas experiencias hasta llegar a ser el edificio de Dios, hasta llegar a ser uno con Dios.
Dios pasó por un proceso para llegar a ser accesible a nosotros, para llegar a ser el Espíritu Vivificante. Nosotros no podíamos alcanzar a Dios, pero Dios nos alcanzo, y ahora El es accesible para poder darnos la fortaleza y continuar con este camino. Ahora El es nuestra fuente, tenemos que darnos cuenta que nuestra fuente no es una fuente terrenal, nuestra fuente es celestial. Cada día necesitamos beber la leche de la palabra como recién nacidos, cada día necesitamos comerlo. Si lo bebemos y lo comemos cada día podremos continuar con nuestra trayectoria cristiana. No paremos de comerle!, si no le comemos no tendremos la fortaleza para continuar esta trayectoria, por esta razón es importante que cada día vayamos a nuestra fuente celestial. Tenemos una meta, y esta meta es la meta de Dios, si queremos llegar a la meta tenemos que continuar comiendo y bebiendo día a día. No hay atajos en la vida cristiana, tenemos que pasar por todo el proceso para nuestra transformación.
Durante la conferencia también tuvimos un muy buen tiempo donde se nos hablo en cuanto a la obra en los recintos universitarios. Cada uno de nosotros como estudiantes tenemos que darnos cuenta que estamos en una universidad porque Dios quiere tener su testimonio en dicha universidad. Muchas veces el enemigo trata de distraernos y trata de desviarnos del verdadero propósito por el cual estamos en la universidad. El tiempo que vamos a estar en la universidad es limitado por lo que tenemos que redimir nuestro tiempo ahí. Dios nunca nos obliga a hacer algo, tenemos que preguntarnos: ¿Estoy dispuesto? ¿Estoy disponible para cumplir la economía de Dios? ¿Estoy disponible en mi corazón? ¿Porque estoy en la escuela? Tenemos que darnos cuenta que estamos aquí para ser el testimonio de Dios. Todo lo que somos, todo lo que tenemos, todo es para el Señor, para el propósito de Dios (Sal. 110:3). Estamos aquí porque Dios quiere un edificio. Dios necesita nuestra cooperación. [read this portion in English also via, college-age conference testimony – we can cooperate with the Lord for Him to get His building]
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