Disfrute de la conferencia~ Señor, ¡concédeme una Visión Fresca y Renovada de Tu recobro!

El tema de la graduación del ETC en Anaheim la primavera del 2005 fue: “La Visión de la Era que Todo lo Hereda y Sus Herederos Gloriosos.” Después de haber estado bajo la impartición diaria del Dios Triuno en cada aspecto de nuestras vidas, podíamos reconocer que una pequeña visión se había depositado en nuestro ser. Por lo menos se veía el esqueleto de esta visión maravillosa. Este fin de semana pasado, en la conferencia en Málaga, exactamente cinco años y seis meses después, he sido tocada por estas palabras: “sí, tu visión está vieja, estancada, y necesita ser puesta al día, en realidad es como si no tuviese una visión.”

¡Oh, Señor! ¡Concédeme una visión FRESCA y RENOVADA!

Las buenas nuevas, santos, son que el deseo del corazón de Dios es impartirnos una visión fresca cada día. Él tiene un deseo escondido profundamente en Su corazón y tú estás incluido en este deseo. Para cumplirlo Él necesita que cooperes con Él, pero sin tener una visión no es probable que estés dispuesto a hacerlo. Entonces, por esta razón, Él está muy dispuesto y es muy capaz de impartirnos esta visión fresca.

Y ¿qué es esta visión fresca? Bueno, déjeme decirles, es la visión de lo que el Señor está recobrando en Su pueblo escogido y redimido ahora mismo. Este fin de semana pasado en Málaga, los hermanos compartieron los mensajes dados el Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos. La visión que tenemos que ver es lo que el Señor está haciendo en esta era. Hoy, lo que el Señor está haciendo, lo que Él esta recobrando consiste de tres asuntos cruciales.

En primer lugar, está recobrando a Cristo como todo. Cristo es TODO. Él es la Cabeza y es el Cuerpo. Él está en todos y es por todos. Él es la realidad de cada cosa positiva en todo el universo. Él es la tierra de Canaán. Él es todo-inclusivo. Es en Él que el Padre se complace. Él es el centro y la circunferencia. Él es el Alfa y la Omega. Él es el abecedario con el cual Dios le da sustancia al deseo de Su corazón. Él simple y sencillamente, ES. Fuera de esta persona maravillosa, no tenemos nada y no somos nada. Fuera de Él nada vale un pimiento.

En segundo lugar, está recobrando la unidad del Cuerpo de Cristo. Mira cómo está la situación en el mundo secular. ¿Es posible que haya paz y unidad entre un grupo de personas? Todo nos separa: raza, cultura, idioma, creencias, educación, clase social, sexo, opiniones personales, color de ojos, el color y tono de la piel, acento, estilo o carencia del mismo, la lista es infinita. Y, ¿qué entre dos personas? ¿Pueden dos personas ser uno? Por lo que veo, el divorcio es lo único que no está en receso. Y ¿Qué de la Cristiandad degradada? Tiene la misma cantidad de divisiones y sectas y cultos que doctrinas y enseñanzas y líderes. ¿Dónde se encuentra el Cuerpo de Cristo? ¿Quién está preocupado por esta carencia de Cuerpo en realidad? Pero, fíjense, que Efesios 4:4-6 nos dice: “Un Cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y por todos y en todos.” Santos, el deseo del Señor es tener esto en práctica y en realidad hoy en día. Esto sólo puede suceder en la vida de iglesia. Esto sólo puede suceder si dejamos nuestras opiniones y conceptos y le decimos amén a la palabra del Señor. Cuando le decimos amén a la palabra del Señor el Espíritu aplica la muerte y resurrección del Señor a nuestro ser interior. Todos los problemas son resueltos y podremos verdaderamente ser uno. Cuando tenemos la unidad y estamos en la unanimidad llegamos a ser una melodía dulce y placentera para Dios.

Por último, Él está recobrando la función de cada miembro del Cuerpo. En 1 Corintios capitulo 14 vemos que a cada miembro de este único Cuerpo se le ha dado una función específica y cada miembro tiene que ejercer su función. Pero, a través de los siglos, el enemigo, en concordancia con nuestra naturaleza pasiva y el miedo de perder la cara, nos ha hecho creer que es mejor le paguemos a un evangelista ambulante o a un pastor elocuente a que nos den un sermón, en vez de que nosotros mismos aprendamos a ejercer nuestra propia función. Puede ser que ustedes se den cuenta que es un poco más difícil hacer esto ya que nuestra reuniones no tienden a ser muy tradicionales, pero, ¿Usted, cuántas veces ha profetizado en este último mes? Y aun más, dígame, ¿está ansioso de poder hacerlo? Seré la primera en confesar que aunque más de una vez me he esforzado en levantarme de mi sitio, no tengo este deseo desesperado, esta ansiedad por profetizar. ¡Señor Jesús! Además de esto, el profetizar implica mucho más que sólo el ejercer nuestra función en la reunión. Implica nuestro disfrute de la impartición de una manera diaria y constante. Implica que nos adentramos en la palabra, que estamos constituidos de la palabra y con las verdades en la palabra. Y más, implica que estamos abiertos a experimentar al Señor de manera específica en nuestro vivir diario. No es simplemente el ir a la iglesia los domingos, sino que es una vida, es un vivir. No tiene nada que ver con la religión y su sistema tradicional.

Estos tres asuntos, Cristo como todo, la unidad del Cuerpo y la función de cada miembro es lo que el Señor está recobrando. Necesitamos ver la carencia que tenemos con respecto a estas cosas y tenemos que pedirle que nos dé un corazón abierto y descubierto para que podamos ser aquellos que cooperen con Él en esta era para que Él gane el deseo de Su corazón.

Señor, oh, precioso Señor Jesús. En estos días renueva nuestro amor por Ti. Muéstranos que Tú eres lo único que necesitamos. Tráenos a ser uno en la unidad divina para que seamos las verdaderas tablas del Tabernáculo entrelazadas por el Espíritu. Señor haznos aquellas personas que ejercen su función para la edificación de la iglesia. Señor, refréscanos, recóbranos