Los días anteriores estuvimos disfrutando que necesitamos llevar a cabo nuestra salvación al edificar a Cristo en nuestra experiencia. Así como Noé edificó el arca, nosotros estamos edificando un Cristo práctico y presente hoy en la vida de iglesia. ¡Así como Noé entró en el arca después de construirla, nosotros también estamos entrando en el Cristo que hemos construido, en nuestra experiencia! Esto es lo que el Señor quiere decir en Jn 15:4-5:
Permaneced en Mí, y Yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en Mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en Mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de Mí nada podéis hacer.
Necesitamos permanecer en el Señor pero ¿qué es Él para nosotros? ¿Él es verdadero, práctico y presente? O quizás hemos estado alejados de Él por un tiempo y al venir a estar en Él, parece tan distante y no tan real… ¡Cristo debe estar edificado en nuestra experiencia para poder entrar en Él como nuestra salvación! ¡Si laboramos juntamente con el Señor en nuestra experiencia diaria, de seguro edificamos algo de Cristo y finalmente entraremos en lo que hemos edificado y moraremos en Cristo, como nuestro disfrute! Necesitamos a Cristo en nuestra experiencia diaria. Necesitamos edificar este Cristo en nuestra experiencia. “Tener a Cristo edificado en nuestra experiencia” suena un poco raro, pero el siguiente párrafo de La impartición divina de la Trinidad Divina (del hermano Witness Lee), me ayudó a comprenderlo:
Si ustedes aman al Señor, tienen comunión con Él, viven por Él y caminan junto a Él, desde el lunes hasta el sábado, seguramente el Día del Señor ustedes sentirán de manera muy profunda que están en Cristo. Experimentarán un Cristo práctico y presente en el cual permanecer. Si ustedes aman al Señor, tienen comunión con Él, viven por Él y caminan junto a Él día a día y momento a momento, lo estarán edificando en vuestra experiencia. Ustedes edifican a un Cristo en vuestra experiencia en el cual poder entrar como vuestra salvación. Todo necesitamos edificar a Cristo.
Que no “perdamos esto de vista”. ¡Que no “perdamos la marca” al “perder a Cristo” en nuestra vida diaria! ¡Que nos volvamos a Él y le disfrutemos durante todo el día! El Señor permite circunstancias y personas para constreñirnos, en Su amor, para que nos abramos y lo disfrutemos. La solución a nuestros problemas es esta maravillosa persona, el Señor Jesús. Él es la respuesta. Él es la solución. ¡Él es todo cuanto necesitamos! ¡Al amarlo y disfrutarlo, y al pasar tiempo con Él, Él se edifica en nuestra experiencia día a día! Entonces, podemos entrar en este Cristo como nuestra salvación, ya que ¡Él habrá sido edificado en nosotros poco a poco cada día! No se centre en sus equivocaciones (continuará cometiéndolas) o en sus defectos (todos tenemos). ¡Centraos en el Señor Jesús y tocadle siempre que algo suceda y hasta cuando nada pase! [read this portion in English also via, building up Christ in our experience so that we may enter into Him and abide in Him]
¡Señor, que permanezcamos todos nuestros días y todas nuestras horas, minutos y segundos amándote y disfrutándote! ¡Sálvanos de perder la marca! ¡Sálvanos de no disfrutarte! ¡Señor, queremos haberte edificado en nuestra experiencia cada día! ¡Consérvanos amándote! ¡Consérvanos en Tu disfrute! ¡Que vivamos por Ti y contigo! ¡Señor, sólo queremos estar en Ti como nuestra morada permanente, nuestra vivienda!
El Señor es la realidad de TODO. ¡Señor permite que te tomemos en cada circunstancia! ¡Que en todo seas magnificado a través de nosotros! ¡Te amos Jesús!