En Su resurrección Cristo, como el postrer Adán, fue hecho el espíritu vivificante (1Co 15:45). ¡Este es una verdad de suma importancia que puede verse a todo lo largo de la Biblia! Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo; vivió una vida humana perfecta en la tierra (en la cual Él expresó a Dios, aún bajo persecución y oposición. Como dice Isaías: “Fue un varón de dolores, experimentado en quebranto”) y tuvo una muerte todo-inclusiva en la cruz (Su muerte fue vicaria para nuestro beneficio, por Su herida fuimos sanados, derramó Su sangre por nosotros, Su sangre nos redimió y nos trajo al Lugar Santísimo – Su muerte fue tan rica y todo-inclusiva). Luego de Su muerte, fue colocado por tres días en una tumba – al tercer día, como los antiguos profetas profetizaron, fue levantado de entre los muertos. En Su resurrección Él logró muchas cosas. Su resurrección, por Sus logros, fue muy rica, pues mediante ella Cristo fue hecho el Espíritu vivificante; fue engendrado como el primogénito de Dios; regeneró a los creyentes para Su Cuerpo; fue el primogénito de entre los muertos; llegó a ser la Cabeza del Cuerpo; Él, como el grano de trigo, produjo los muchos granos que son Su aumento y Su multiplicación y obtuvo la preeminencia sobre todas las cosas en los cielos y en la tierra.
De todos los logros de Cristo en Su resurrección, yo fui especialmente estimulado hoy por el hecho de que ¡Cristo fue hecho el Espíritu vivificante! ¡Esta es una verdad tan grande que está siendo recobrada hoy – que el Dios-hombre Jesús fue hecho el Espíritu vivificante para dispensar, impartir e infundir vida en nosotros todo el tiempo! 1Co 15:45 dice:
Así también está escrito: “Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente”; el postrer Adán, Espíritu vivificante.
Así como Adán (llamado el primer Adán) fue hecho alma viviente (llegó a ser un ser vivo), Cristo (llamado el postrer Adán), en Su resurrección fue transfigurado y glorificado para ser el Espíritu vivificante. Nunca nadie ha sido “neumatizado” (hecho espíritu – gr. pneuma). Cristo en resurrección fue cambiado en Su forma para ser no sólo una persona física, sino alguien “espiritualmente físico”. ¡Maravilloso! Después de resucitar el Señor regresó a Sus discípulos como el Espíritu – no sólo para enseñarlos, sino para soplarse dentro de ellos como el Espíritu (Jn 20:19-22). Ahora Él es como el aire – el término “neuma” (espíritu) también tiene el significado de “aire” – disponible a todos nosotros, dondequiera que estemos. ¿Por qué Cristo llegó a ser el Espíritu vivificante? ¡Como el Espíritu, Él puede entrar en el hombre para impartir la vida divina dentro del hombre! ¡Cristo llegó a ser el Espíritu vivificante con el propósito de propagar y extender al Dios Triuno hacia el interior del hombre y que el Dios Triuno sea generado y formado en el hombre – a través de la impartición de vida! ¡Ahora Cristo, como el Espíritu vivificante está en el hablar de los creyentes cuando trasmiten el evangelio y entra en todo aquel que cree para regenerarlo e impartirle la vida divina! Después que creemos, el Espíritu vivificante opera en nosotros para que la vida divina alcance cada parte de nuestro ser. ¡Él hace que nuestro espíritu sea vida (Ro 8:10); hace que nuestra alma (la mente) sea vida (Ro 8:6) y finalmente vivificará nuestros cuerpos mortales (Ro 8:11) y que todo nuestro ser sea vivificado, permeado, es decir, lleno de la vida divina!
¡Hay tanto que decir sobre el Cristo que llega a ser el Espíritu vivificante – y Él es el que ha estado presente y ha estado operando en el hombre los últimos dos mil años! Ahora este Cristo como el Espíritu vivificante puede ser recibido y disfrutado por todo el que se abra a Él e invoque “¡Oh, Señor Jesús!” ¡Sólo hay que abrirse a Él, invocar Su nombre y Él entrará para impartir vida dentro de nosotros! ¡Esta vida -la vida divina- es la vida verdadera! ¡Cuando usted recibe la vida divina usted se convierte en hijo de Dios y en miembro del Cuerpo de Cristo! ¡Esta vida crece en nosotros, nos llena y finalmente hace que seamos personas de vida – personas llenas con la vida divina! ¡Esta vida es tan rica y fluye en nosotros de tal manera que llega a rebozar hasta alcanzar a los que están a nuestro alrededor –y ellos reciben vida! ¡Cristo como el Espíritu vivificante se mezcla con nuestro espíritu y fluye hacia dentro y hacia afuera de nuestro ser para que esa vida en nosotros sea impartida a nosotros mismos y a otros! ¡Qué resultado tan rico de la resurrección el que Cristo fuera hecho el Espíritu vivificante! [De el Estudio-vida de Isaías y la Palabra santa para el avivamiento matutino sobre el estudio de cristalización de Isaías (2)] [read this portion also in English via, In His resurrection Christ became the life-giving Spirit – now the Lord Jesus is the Spirit!]
¡Gracias, Señor por llegar a ser el Espíritu vivificante! ¡Ahora el señor es el Espíritu! ¡Podemos inhalarte! ¡Podemos recibirte y así recibir vida, más vida, más vida divina! ¡Señor, gana nuestra colaboración con Tu impartición de vida! ¡Imparte más vida dentro de nuestra alma y nuestro cuerpo! ¡Llénanos con Tu vida! ¡Haz que seamos personas de vida, llenas con la vida divina! ¡Señor, que seamos vida! ¡Que sigamos disfrutándote, abiertos a Ti y recibiendo en nosotros Tu impartición todo el tiempo! ¡Alabado seas, Señor, por llegar a ser el Espíritu vivificante!
Es totalmente correcto que Cristo es el Espiritu Santo vivificante, entonces no comprendo donde está el Dios triuno. Este articulo demuestra que no existe la trinidad.