Esta mañana he disfrutado una vez más el ver lo que es la economía de Dios, ¡la maravillosa economía divina! En la Biblia encontramos varias veces “la economía de Dios”. La palabra “economía” es traducida como “dispensación”, “edificación” o “mayordomía”. Esto es lo que 1 Timoteo 1:4 dice:
Ni presten atención a mitos y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que la economía de Dios que se funda en la fe.
¿Qué es la economía de Dios? La economía divina es el arreglo administrativo de Dios en relación con Su casa, es decir, Su familia. Es la impartición divina, para dispensarse, impartirse a Sí mismo dentro de Sus hijos para obtener una familia genuina, la iglesia, que lo exprese. La palabra ECONOMÍA es la forma castellanizada de la palabra griega oikonomía, que se compone a su vez de dos palabras, oikos (significa casa) y nomos (significa ley). De ahí que oikonomía se refiere al manejo de la casa, los arreglos administrativos en relación con la familia. Específicamente en la antigüedad, las grandes familias se componían de muchas personas, sirvientes, riquezas, alimentos, tierras, etc. Había pues alguien que se llamaba el Oikonomos, que se ocupaba de todas las necesidades y los asuntos de todos en la familia. Él era responsable de que todos estuvieran atendidos, alimentados y cuidados. Podemos decir aún más: Había generalmente un “plan” o “arreglo” para cada familia que comprendía todas las necesidades y especificidades de la familia. Allí estaban todos los datos. Esta palabra, oikonomía, denota el manejo y distribución de las posesiones de una familia rica. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento tenemos a José, que fue administrador de la casa del faraón, que era tan rica que podía dar suministros no sólo a Egipto, su país, sino también a otras naciones. Se necesitaba una administración o gestión gerencial para la compleja tarea de distribuir las riquezas de la casa del faraón de una manera apropiada.
Nuestro Padre Dios tiene una gran casa con vastos almacenes llenos con las inescrutables riquezas de Cristo. Todo lo que Dios es y tiene se expresa en el Hijo. Cristo es la corporificación de todas las riquezas de Dios y todos nosotros, los creyentes, somos la casa de Dios. Esta gran casa / familia necesita gestión o labor administrativa para que todas las riquezas de Cristo sean impartidas dentro de el pueblo de Dios, para que la iglesia, como la expresión corporativa del Dios Triuno y Su mismo hogar, sea producida. Cristo es el OIKONOMOS, que lleva a cabo la economía de Dios. ¡Él está dispensando (impartiendo) al Dios Triuno, que en Sí mismo constituye todas las riquezas, en (dentro de) nosotros! ¡La economía de Dios es Su administración familiar para impartirse (a Sí mismo) en Cristo en (dentro de) Su pueblo escogido para obtener una casa, Su familia, donde Él pueda ser expresado! ¡Esta Su familia es la iglesia, el Cuerpo de Cristo! ¡Aleluya, hoy en la vida de iglesia disfrutamos la economía de Dios, Su impartición todos los días! ¡Todo lo que necesitamos hacer es venir al Señor en Su Palabra, ejercitando nuestro espíritu mezclado para disfrutar de las riquezas (el mismo Dios Triuno) disponibles para todos aquellos que son Su casa, Su familia, nosotros! ¡Al disfrutar este rico Cristo, llegamos a ser la expresión de Dios, la plenitud de Cristo, la iglesia! ¡Estamos incluidos en la economía de Dios y disfrutamos la impartición del Dios Triuno en Cristo, como el Espíritu, para llegar a ser Su expresión en la tierra! [Disfrute de Conclusión del Nuevo Testamento, por el hermano Witness Lee]. Para leer más acerca de la economía de Dios: God’s Economy (sitio web dedicado). Read this portion also in English via, The economy of God is God’s household administration to dispense all His riches to us…
¡Gracias, Señor, por Tu economía! ¡Gracias por Tu impartición! ¡Que nos mantengamos recibiendo y disfrutando Tu impartición cada día, para poder llegar a ser Tu expresión corporativa! ¡Señor, sigue impartiéndote dentro de todo nuestro ser para que seamos Tu plenitud de una manera corporativa! ¡Señor, queremos colaborar con Tu economía al recibir todo lo que nos estás impartiendo! ¡Que seamos buenos recibidores de Tu impartición! ¡Imparte todo lo que Tú eres en nosotros y gana en nosotros la expresión corporativa de Cristo! ¡Gana Tu expresión en nosotros, Señor, mediante la impartición maravillosa, diaria y normal de Tus riquezas dentro de nosotros!
Muy bueno! Justo lo andaba buscando!
Bendiciones!
grasias hno por eztast
lineas escritas y por tu
Gloria a Dios, muy buena explicacion sobre la economia de la iglesia.
La guia de Dios nos dirije hacia lo que estamos preparados para recibir, a esas ordenes me pongo y en gozo estaremos muchos para testificar su Gloria su Alcance.