El capitulo en la Biblia que mejor ilustra el hecho de que el Dios Triuno alcanza al hombre y lo trae a Sí mismo es Lucas 15. Allí vemos un Pastor que tiene 100 ovejas y una perdida. El deja 99 para encontrar la oveja perdida (Lc 15:4-7). El pastor representa a Cristo, el Hijo de Dios, que nos busca y nos encuentra a nosotros, las ovejas extraviadas. Cristo el Hijo vino en Su humanidad como el Pastor para encontrar al pecador (la oveja perdida) y traerlo de vuelta a casa. La segunda parábola en este capítulo trata de una mujer que tiene 10 monedas y ha perdido una, así que enciende una lámpara y la busca hasta encontrarla (Lc 15:8-10). Esta mujer representa el Espíritu Santo que nos ilumina internamente y nos encuentra, ya sea que estemos dentro de nuestra mente o perdidos en el mundo. ¡El Espíritu Santo nos busca con Su luz hasta encontrarnos! ¡El Espíritu busca al pecador tal como la mujer busca cuidadosamente una moneda perdida hasta encontrarla! La tercera parábola trata de un padre que tiene dos hijos. Uno de ellos pide su parte de la herencia, se la lleva consigo y la malgasta. Finalmente se da cuenta y regresa a la casa de su padre, que lo espera y se alegra de su regreso (Lc 15:11-32). Aquí el padre representa a Dios el Padre que nos recibe a nosotros, hombres caídos, cuando regresamos a Su casa. El padre recibe al pecador que se arrepiente y regresa, así como este hombre recibe a su hijo pródigo.
En este capítulo podemos ver, mediante estas parábolas, la manera en que opera la Trinidad Divina en cuanto a la salvación de los pecadores. Vemos especialmente que la Trinidad Divina ama en gran manera al pecador y labora conjuntamente para traerlo de vuelta a Dios. El amor y el cuidado se ven aquí. El pastor no se rinde hasta que encuentra la oveja perdida; la mujer escudriña cuidadosamente hasta encontrar la moneda perdida y el padre espera ansiosamente por el regreso de su hijo. El amor divino se expresa plenamente en el cuidado tierno del Hijo como el buen Pastor, en la búsqueda minuciosa del Espíritu, que nos trata como su tesoro, y en la recepción cálida del Padre, amoroso. La Trinidad Divina está llena de amor y cuidado para con el hombre caído. El amor divino es el centro de estas parábolas (no lo es la condición caída y lamentable del pecador). ¡Alabamos al Señor porque el Dios Triuno labora para buscar al hombre, encontrarlo, iluminarlo, esperar por él y traerlo de regreso a Dios! ¡Así como Efesios 2:18 dice, ahora tenemos acceso al Padre (que espera que regresemos) mediante Jesucristo (quien nos busca como tierno pastor) en el Espíritu (que escudriña nuestro interior hasta encontrarnos)! ¡Como creyentes en Cristo hemos sido salvados por Dios en Su trinidad! ¡Esto ha sido logrado con mucho amor de parte del Dios Triuno hacia el hombre!
Hemos sido salvos de parte de Dios el Padre (ver 2 Tes 2:13). El Padre es el origen, la fuente de nuestra salvación. Hemos sido salvos en Dios el Hijo, quien es la esfera, el elemento y el medio a través del cual fuimos salvos. Además los creyentes son salvos mediante Dios el Espíritu (Tito 3:5). ¡El Espíritu, como el Dios Triuno que nos alcanza es la aplicación del Dios Triuno a nosotros! ¡Nuestra salvación proviene del Padre, es en el Hijo y mediante el Espíritu! ¡Ahora tenemos pleno acceso al Padre en el Hijo mediante el Espíritu! La Trinidad Divina está envuelta con nuestra salvación y con humanidad, deseando que Dios sea traído al hombre y el hombre sea traído a Dios. ¡Qué maravillosa Salvación tenemos! [Disfrute de La conclusion del Nuevo Testamento (mens. 133, 275) tal como aparece en la reciente Palabra santa para el avivamiento matutino, La línea central de la Biblia. Read this article in English also via, the entire Divine Trinity treasures the sinner and participates in bringing him back to God!]
¡Qué gran amor es este! ¡Te amamos, oh, Dios Triuno! ¡Gracias por alcanzarnos continuamente en Tu Trinidad Divina para traernos de regreso a Dios! ¡Gracias por buscarnos tiernamente como el Hijo! ¡Gracias por alumbrarnos hasta hallarnos, como el Espíritu! ¡Padre, amamos Tu espera ansiosa por nosotros como la de aquel padre que espera a Su hijo pródigo! ¡Tal como somos, venimos a Ti! ¡Gracias que tenemos acceso al Padre mediante el Hijo y en el Espíritu!
maravilloso todo aquello que me conduce al Señor.
Cuanto agradecemos la persistencia amorosa del Dios Triuno para alcanzarnos, traernos a El a fin de hacernos uno con El…