Tenemos un Dios que habla. Él siempre habla y ama hablar. ¡Cuando Él creó la tierra Él no elevó Sus brazos y los agitó sobre Su cabeza… sino que habló, simplemente! Esto significa que nuestro querido Dios hace todas las cosas a través de Su Palabra. Cuando Él creó al hombre, lo hizo a Su imagen porque quería que el hombre lo expresara y lo representara (Gn 1:26). Pero ¿cómo puede el hombre hacer esto? Hemos de conocer que el deseo de Dios es que el hombre que Él creó hable de parte de Él. Esto es maravilloso ¿verdad? ¡Podemos hablar de parte de Dios!
Si queremos hablar de parte de Dios, necesitamos leer la Biblia. En este libro maravilloso está el hablar de Dios. Aunque sólo leerla no es suficiente, también necesitamos comer Sus palabras. En Mateo 4, cuando el Señor caminaba por el desierto, Satanás fue a Él sabiendo que el Señor tenía hambre y le dijo en el versículo 3: “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”. Sin embargo, el Señor le contestó en el versículo 4: “Mas Él respondió y dijo: Escrito está: `No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios`”. Alabamos al Señor porque podemos comer las palabras que proceden de la boca de Dios. Además, en Jeremías 15:16 dice: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.” ¡Necesitamos leer-orar Sus Palabras!
Nosotros como seres humanos tenemos un estómago y al menos tres veces al día necesitamos comer. Como cristianos también tenemos un estómago espiritual que necesita alimento espiritual. Para poder comer algo, primero necesitamos tener hambre, pero a veces, cuando alguien está enfermo, no tienes deseos de comer nada. De acuerdo a nuestro experiencia, ocasionalmente no queremos comer al Señor o comer Sus palabras – entonces ¿qué debemos hacer? Todos sabemos que necesitamos comer Sus palabras, pero no tenemos apetito. Bueno, esto es muy sencillo, si no tenemos hambre, si no sentimos deseos de leer-orar, si no queremos contactar al Señor, pues necesitamos decirle al Señor:
¡Señor Jesús, abro todo mi ser a Ti! ¡Señor, no tengo hambre de ti, pero quiero tenerla! Te necesito, Señor.
Santos: El Señor está esperando que nosotros nos volvamos a Él, mientras más nos volvemos al Señor, más hambre de Él tenemos. Les aseguro Sus palabras serán nuestra necesidad e iremos a leer la Biblia y leer-orar los versículos. Entonces Juan 6:63 será una realidad para nosotros: “El Espíritu es el que da vida, la carne para nada aprovecha; las palabras que os he hablado son Espíritu y son vida”. [Testimonio de la reciente conferencia en Portugal. Por el hermano Eliezer] [read this testimony also in English via, we need to eat the Lord’s Word and speak for God!(sharing from the conference in Portugal)]
“Gracias Señor que tu haces todo a través de Tu Palabra.QUE MARAVILLOSO QUE EL HOMBRE QUE TU CREASTE PUEDA HABLAR DEPARTE DE TI.Y para hablar de parte de TI TENEMOS LA BIBLIA AMEN ::::AMEN….!!!! PADRE cuanto te Amo gracias que te has echo tan pequeño para comerte …ooohhh SEÑOR JESÚS tus palabras son el gozo y la alegría de mi corazón”””SEÑOR DAME HAMBRE DE TI””TU ERES VIDA MI SEÑOR
aprecio tanto estas porciones de vida que son santos una inficionó … o transfusión sanguínea cada vez mas en aumento ,,si duda podemos estar tan ala distancia pero somos uno un mismo hablar y un mismo espíritu Amen…!!