Un aspecto distintivo de la muerte todo-inclusiva de Cristo es que ¡Cristo murió para que fuéramos sanados! “Por cuya herida fuisteis sanados” (1P 2:24-25) –¡fuimos sanados por la herida de Cristo! Estábamos muertos (Ef 2:1) pero los sufrimientos de la muerte de Cristo sanó nuestra propia muerte para que pudiéramos vivir en resurrección. ¡Él nos sanó de nuestra propia muerte y Su muerte está disponible a nosotros cada día para nuestra sanidad! ¡El poder para sanarnos está en la muerte y la resurrección de Cristo! En el Antiguo Testamento está la historia del pueblo de Israel viajando muy sediento por el desierto (Ex 15:22-27).
Ellos finalmente llegaron a un sitio llamado Mara donde había agua, pero ésta era amarga. Se quejaron a Moisés y murmuraron en contra de Jehová. Moisés, en lugar de contender con el pueblo y recriminarles por su conducta, clamó a Jehová. En respuesta, Dios le mostró un árbol. Moisés lo echó a las aguas y éstas se endulzaron. Conforme a 1 Pedro 2:24 el árbol simboliza la cruz de Cristo. ¡La cruz de Cristo como el árbol es lo que nos sana en este universo! Hoy en medio de nuestras situaciones necesitamos aplicar la cruz de Cristo, es decir, la muerte de Cristo, para que cualquier situación amarga en la que nos encontremos o cualquier parte amarga de nuestro ser, sea endulzada. Muchas cosas a nuestro alrededor son dulces en un principio pero en la medida en que pasa el tiempo, éstas se amargan. Personas, situaciones, cosas y circunstancias son muchas veces amargas para nosotros. Inclusive, a veces ¡nosotros mismos somos amargos! Es por ello que necesitamos venir al Señor diariamente y aplicar la cruz de Cristo a nuestro ser, ¡para que la amargura se convierta en agua dulce y potable!
El Señor nos lleva a experimentar Su cruz en circunstancias amargas para probarnos y exponernos tal como verdaderamente somos. Él quiere que veamos lo que somos realmente. ¡La experiencia de la cruz expone, descubre nuestros motivos, nuestras intenciones y nuestros deseos! ¡En nosotros mismos todo es amargo, a no ser que apliquemos la cruz de Cristo a nuestro ser y a nuestra situación! ¡Cuando aplicamos la cruz de Cristo, el Señor nos sana! ¡Puede que Él no cambie nuestra circunstancia o situación, pero Él nos sana mediante la aplicación de la cruz a nuestro ser! NECESITAMOS SANIDAD EN NUESTRA MENTE. ¡Nuestra mente torcida, tan amargada, que piensa tantas cosas fuera del Señor, que funciona tan independiente del Señor… definitivamente necesitamos que nuestra mente sea ajustada! NECESITAMOS SANIDAD EN NUESTRAS EMOCIONES. Nuestras emociones son tan afines a tantas cosas y personas que están fuera del Señor; que se inclinan hacia cosas que el Señor odia y que rechazan cosas que el Señor ama; que son tan indiferentes con respecto al Señor y que no están dirigidas hacia los queridos santos… ¡nuestras emociones necesitan sanidad y ajuste! NECESITAMOS SANIDAD EN NUESTRA VOLUNTAD, que es tan fuerte en sentido contrario al Señor y tan débil cuando se trata del Señor; tan testaruda frente al Señor y tan débil y sumisa con el enemigo; que escoge cosas o personas que el Señor no aprueba, obstaculizando al Señor, no estando en concordancia con la voluntad de Él, o simplemente no escogiendo al Señor, las cosas que son del Señor o de la vida de la iglesia, en todo momento… nuestra voluntad necesita ser sanada.
¡El Señor nos trae a “la experiencia de Mara” una y otra vez, para que lo experimentemos a Él en Su crucifixión y seamos sanados! ¡Que Él pueda mostrarnos “un árbol”! ¡Que Él pueda mostrarnos la cruz de Cristo, por cuya herida fuimos sanados! ¡Mediante la aplicación interior de la cruz de Cristo somos sanados de cualquier amargura! ¡Necesitamos volvernos a Él y ser uno con Él en Su crucifixión muchas veces para que todo nuestro ser sea sanado! ¡La sanidad en nuestro cuerpo físico es buena pero todos los seres humanos necesitamos sanidad en el alma! ¡Solamente Cristo puede sanarnos! ¡Mediante Su muerte en la cruz hemos sido sanados! ¡Todo cuanto necesitamos es venir a Él y aplicar la cruz de Cristo a nuestra circunstancia y a nuestro ser! ¡Sólo venid a Él y tocadlo! ¡Su cruz será aplicada a usted![palabra inspirada por el Estudio-vida de Éxodo mens. 30 y el avivamiento matutino sobre el Estudio de cristalización de Isaías (2)] [read this sharing also in English via, by His bruise we were healed – we can apply the death of Christ to our being and be healed!]
¡Señor, venimos a Ti una y otra vez! ¡Cuánto necesitamos tu sanidad! ¡Gracias, Señor, por exponernos cada vez! ¡Sálvanos de huir de Ti o de tratar de escapar de las situaciones! ¡Queremos ser completamente sanados! ¡Gracias por Tu muerte todo-inclusiva! ¡Hemos sido sanados mediante Tu muerte! ¡Señor, que sigamos aplicando la muerte de Cristo a nuestro ser y a nuestras circunstancias! ¡Sé real para nosotros, Señor… que nuestro ser y nuestro comportamiento sean dulces! ¡Sólo Tú eres verdaderamente dulce y sólo Tú puedes sanarnos y hacer que seamos lo que Tú eres! ¡Que sigamos viniendo a Ti, querido Señor!
Amo esta porción en Éxodo pero ahora en el entrenamiento de Isaias pude disfrutar a CRISTO como a que único y capas mediante su cruz aplicada en nuestra vida ENDULZA todo as Su paso te amamos SEÑOR JESÚS