November 21, 2024

Testimonio de la escuela de invierno de la Verdad – ¡Dios puso la eternidad en el corazón del hombre, sólo Él nos satisface!

¿Qué es la Escuela de invierno de la Verdad? En palabras de los organizadores: “Le Escuela de Invierno de la Verdad es una conferencia para jóvenes de seis días, a tiempo completo y residencial. Esta será nuestra octava Escuela de Invierno de la Verdad. En los años anteriores, cientos de jóvenes se han reunido para disfrutar la verdad.” El último año volvimos a tenerla en Bower House, Reino Unido y a continuación hay un breve testimonio de la hermana Agniezka – lo que más disfrutó ella en la EIV. [read this testimony in English also via, testimony from the Winter School of the Truth – God put eternity in man’s heart, only He satisfies!]

Esta fue mi tercera Escuela de Inverno y he disfrutado mucho ¡la compenetración con los jóvenes de todas partes de Europa una vez más! Mucho he ganado y me gustaría compartirles aquello que más me ha tocado. Primeramente, tenemos los más grandes dones (regalos) de Dios para nuestro disfrute y éstos son el Espíritu dentro de nosotros y la Biblia fuera. El Espíritu nos da vida y la Biblia nos da estabilidad. Necesitamos ser apropiados y crecer en la vida divina. La Biblia se compone de palabras, por eso necesitamos nuestra mente. La Biblia incluye al Dios Triuno, por eso, para recibir el Espíritu y la vida que son la Palabra, necesitamos usar nuestro espíritu. También disfruté que los creyentes podrían ser comparados con un tren. Se necesita combustible por dentro, éste aporta la fuerza para el funcionamiento. Pero las vías por fuera son igualmente necesarias. Si hay combustible dentro y no hay vías, el tren no se moverá. Aún si consiguiera moverse, habrá problemas. Sin embargo, si sólo tenemos las vías, pero el tren no tiene combustible, aunque esté correctamente colocado sobre estas vías, no irá adelante. Por todo esto, para que el tren ruede correctamente, tiene que haber coordinación entre estos dos aspectos: el interior y el exterior. Exteriormente, tiene que tener la regulación de las vías, colocadas de manera correcta, e interiormente el poder del combustible indicado. Tenemos que poner igual énfasis en el Espíritu y en la Biblia. No podemos ser negligentes respecto a ninguno de los dos. No podemos pasar por alto el Espíritu dentro de nosotros y tampoco podemos despreciar la Biblia por fuera.

La segunda cosa que disfruté mucho fue que los libros científicos, como conocemos, son actualizados todo el tiempo. Sin embargo, ¡la Biblia ha permanecido igual desde que fue escrita! Esto se debe a que la ciencia es meramente el estudio del hombre de aquello que Dios ha creado. ¡Las teorías del hombre necesitan actualización, pero la Palabra de Dios es eterna! Mt 24:35 dice: “El cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán jamás.” ¡Alabado sea el Señor! Necesitamos ser llenos de Su Palabra, que es viva y permanece para siempre (1P 1.23).

El tercer punto que he disfrutado es que la eternidad está en nuestros corazones. Dios no sólo nos creó con un espíritu, sino que puso la eternidad en nuestros corazones (Ec 3:11). Esto significa que en nuestro corazón humano hay una aspiración por algo eterno. Sin tener en cuenta cuán rico o exitoso podamos llegar a ser, dentro de nosotros hay un sentido de vanidad que nos roe por dentro y un clamor por la verdad (la realidad). Nada temporal puede llenar este vacío interior. Esto prueba que dentro de nosotros hay una aspiración por las cosas eternas. Sólo una Persona en el universo es eterna, es el Dios eterno. ¡Sólo Él puede satisfacer la aspiración de eternidad en nuestros corazones!