En cuanto al entendimiento y conocimiento de la palabra de Dios, y aun la carga en cuanto a la palabra de Dios, necesitamos ejercitar y utilizar no solamente nuestra mente, sino aún más, nuestro espíritu humano.
En Zac 12:01 vemos que Dios creó tres cosas igualmente importantes: Los cielos, la tierra y el espíritu del hombre. Esta es la carga de la palabra de Jehová, la cual nosotros podemos conocer sólo mediante el ejercicio de nuestro espíritu humano, que es el órgano creado por Dios en el hombre para que podamos tocarlo, recibirlo, contenerlo y adorarlo.
Hay tres asuntos importantes relacionados con las profecías de la Biblia cuando estas se entienden apropiadamente por el espíritu, y la importancia de utilizar nuestro espíritu para entender las profecías de la Biblia:
- La naturaleza de todas las profecías de la Biblia es el espíritu – los profetas no hablan por sí mismos, sino que buscaban diligentemente el Espíritu de Cristo, que los aclaraba y los dirigía (1 Pedro 1:11.). Además, no hay profecía genuina que se origine en los mismos hombres, sino que los hombres de Dios siempre hablaron movidos por el Espíritu Santo (2 Ped. 1:21).
- No debemos usar nuestra mente para interpretar, entender y hablar las profecías, en lugar de esto hemos de usar nuestro espíritu. La naturaleza que es propia de las profecías de la Biblia es diferente de cosas como las noticias, la política, los reportajes, etc. ¡La naturaleza de la profecía es Espíritu!
- La persona de la que se habla en todas las profecías; la persona a la que las profecías se refieren es ahora el Espíritu. Todas las profecías hablan de Cristo, especialmente de sus padecimientos, y las glorias después de tales padecimientos. Este Cristo es ahora el Espíritu vivificante (1 Co. 15:45), el Espíritu siete veces intensificado (Rev. 1:04; 4 : 5; 05:06). El tema de las profecías es una persona que es hoy en día el Espíritu!
La importancia de nuestro espíritu en cuanto a entender la Palabra de Dios
Tenemos que abordar las profecías usando y estando en nuestro espíritu, ya que la naturaleza de éstas es el Espíritu. El apóstol Pablo nos animó a interpretar las cosas espirituales con palabras espirituales y siendo personas espirituales (1Co 2:13). Sólo una persona espiritual puede interpretar las cosas espirituales, y para que podamos entender la profecía, tenemos que leerlas e intentar entenderlas, pero no sólo eso, sino que debemos ser hombres que tienen un espíritu ejercitado.
Zacarías 12:1 dice: “La carga de la palabra de Jehová con respecto a Israel. Así declara Jehová, que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él”. En su creación, Dios hizo tres cosas cruciales que son igualmente importantes para Él: Los cielos, la tierra y el espíritu del hombre. Para Dios el espíritu del hombre es tan importante como el cielo y tanto como la tierra. Este versículo nos muestra algo importante: ¡Dios creó los cielos para la tierra, la tierra para el hombre, y el hombre fue creado con un espíritu para Dios!
¡El hombre tiene un espíritu para que pueda ponerse en contacto con Dios, recibir a Dios, adorar a Dios, vivir a Dios, cumplir el propósito de Dios, y ser uno con Dios! Puesto que Dios es Espíritu, nosotros los seres humanos que tenemos un espíritu, tenemos que usarlo para poder adorarlo apropiadamente: En espíritu y en verdad, es decir, con veracidad (Juan 4:24).
La parte más importante del hombre es su espíritu, que es diferente de su alma (ver 1Tes 5:23 y Heb 4:12).
En Zacarías específicamente vemos que Dios quiere que Cristo sea la centralidad y la universalidad en Su economía, en Su mover en la tierra para la edificación de Su casa, que es Su templo. Para ver esto y entrar en ello, necesitamos usar nuestro espíritu, que es el órgano apropiado, y prestar toda nuestra atención a nuestro espíritu, de modo que podamos recibir al Cristo que se revela en este libro y que seamos capaces de comprender la revelación en Zacarías con respecto a Cristo.
Los científicos usan su mente, y a lo sumo pueden llegar a ver un mundo de dos dimensiones, los cielos y la tierra. ¡Cuando nosotros ejercitamos nuestro espíritu somos introducidos en la tercera dimensión, el mundo espiritual, donde Cristo es el todo para todos nosotros!
Todos los problemas y dificultades que los teólogos cristianos tienen especialmente en cuanto a sus estudios críticos de la Biblia se deben al hecho de que ellos SÓLO utilizan su mente. ¡Para entender la palabra de Dios, para recibir la carga de Dios en Su Palabra, y para ver la escena espiritual invisible detrás del panorama visible, tenemos que usar y ejercitar nuestro espíritu!
Prestar toda nuestra atención a nuestro espíritu humano
Dios tiene una economía, y en Su economía Él desea que Cristo sea la centralidad y la universalidad de Su mover en la tierra. Para ello creó el espíritu en el hombre como un órgano receptor, por lo que el hombre tiene la capacidad de recibir todo lo que Dios ha planeado en Cristo.
Dios quiere que el hombre viva en su espíritu y de acuerdo a éste – en comunión con Dios, bajo el gobierno de Dios en su conciencia, y con una intuición (una percepción) interior de las cosas de Dios. El gobierno central y la parte más importante de nuestro ser debe ser nuestro espíritu, un hombre que está gobernado y controlado por su espíritu es un hombre espiritual (ver 1Co 2:14-15; 3:1; 14:32).
Sin embargo, debido a la excesiva función del alma y la carne del hombre, éste se convirtió en el yo (independiente de Dios) y la carne (oponiéndose a Dios). Como nosotros como creyentes hemos nacido del Espíritu para ser hombres-espíritu, pueblo de Dios centrados en el espíritu y que ejercitamos nuestro espíritu (Juan 3:06), y ahora Cristo está haciendo Su hogar en nuestros corazones al difundirse desde nuestro espíritu hacia cada parte de nuestro corazón conformado por nuestra mente, nuestros sentimientos y emociones, nuestra voluntad y nuestra conciencia (Efesios 3:16). Tenemos que ser hombres espirituales, que disciernen y conocen las cosas de Dios al usar su espíritu humano (Juan 4:24).
El maravilloso Cristo como el centro de todo lo que Dios es y realiza, puede ser recibido y contactado por nosotros solamente cuando ejercitamos nuestro espíritu. Tenemos que prestar toda nuestra atención a nuestro espíritu humano para llegar a conocer las cosas de Dios, recibir a Dios, contactar a Dios, experimentar a Dios, adorar a Dios y cumplir el propósito de Dios.
Dios en Cristo es hoy el Espíritu, el Espíritu siete veces intensificado, que está con nuestro espíritu (2 Ti 4:22). Como el Espíritu siete veces intensificado de gracia, Cristo es la piedra cimera de gracia para consumar la edificación de la iglesia (Zac 4:6-7, 12-14; 3:9; 12:1, 10; Ap 4:5; 5:6).
Para la edificación de Dios, que es la edificación de la iglesia, tenemos que prestar atención a nuestro espíritu mezclado, pues allí mora Dios en Cristo como el Espíritu.
Señor, quita todos los velos para que podamos ver la importancia vital de nuestro espíritu humano. Sálvanos de sobre-ejercitar nuestra mente, de usar inapropiadamente nuestra mente y olvidarnos de nuestro espíritu. Señor, que seamos aquellos que ejercitan su espíritu para contactarte a Ti que eres Espíritu. Gracias por habernos creado con un órgano para tocarte y recibirte. Señor, queremos ser hombres espirituales que discernir todas las cosas al vivir en nuestro espíritu todo el tiempo. Que no descuidamos nuestro espíritu, sino más bien que aprendamos a permanecer en nuestro espíritu y hacer todo en nuestro espíritu!
Referencias y lectura adicional
- Inspirado por el mensaje (liberado) impartido por el hermano Andrew Yu según el Estudio-vida de Zacarías (mens. 12), citado en la Palabra santa para el avivamiento matutino, Cristalización de Daniel y Zacarías, semana 10 (titulado, Una Palabra en cuanto al espíritu humano y aspectos de Cristo revelados en Zacarías en relación con Su mover en la Tierra).
- Este material “Avivamiento matutino” está disponible para comprar online en Living Stream Ministry en español.
- Himnos sobre este tema:
# El hombre fue hecho, / El primer paso Dios tomó / Para lograr su objetivo final, / Como un vaso, un recipiente, / Tres partes: cuerpo, espíritu, alma.
# ¿Ha encontrado su espíritu humano? / Está conectado a la boca! / “¡Aleluya, Oh Señor Jesús!” / Esa es la manera de dejarlo salir.
# Dios me hizo un hombre de tres partes— / Cuerpo, espíritu, alma soy. / Con mi espíritu es la manera / Permitirle a Dios quedarse. - Reconocimiento Fotográfico: el primero a través de aquí, y el segundo a través de Joseph Barber.
Este Artículo es una Traducción del Artículo Publicado Originalmente en ingles: “Seeing the Importance of the Human Spirit in Contacting and Worshiping God” Cuyo Autor es Estefan Misaras en A God-Man.com.